El metro medía todo centímetro a centímetro, nunca se equivocaba, era exacto. El lápiz dibujaba todo al azar, le dijo "tú no has disfrutado".
El jefe le mandó a su compañero que le sacase un plano, éste
salió equivocado. No lo corroboró, se perdió y le pillaron sin hacer su tarea.
El diamante tenía poder y la pandereta no. Sin embargo, el
diamante permanecía solo en el joyero, mientras la pandereta estaba aún de
fiesta.
Los ricos comían en un restaurante de cinco tenedores, todo
era silencio. Un día la dama no fue e hizo una lucha de almohadas con sus
amigas.
El joven traza estrategias, tiene ganas de vivir. El mayor
hace lo mismo, ha perdido el entusiasmo, por ello las ideas juveniles son
mejores.
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