New short stories as a writer in Mundiario (I put a Gadget
of Google translator.)
El niño era muy feliz, le gustaba jugar, ser inocente y ser
dulce. También le gustaba gastar bromas y tomar el pelo a la gente. Un día, se
levantó el pequeño y se miró al espejo... tenía treinta y cinco años... era un
crío grande. Al hombre le encantaba ser como Peter-Pan, el eterno niño. Era
incapaz de madurar y de tomar decisiones importantes en su vida. No podía dejar
su infancia atrás ni prosperar...
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