La luna le lloraba al alba, nadie a la princesa consolaba,
ella estaba triste, a su caballero anhelaba y su marido, el rey, la maniataba.
En el delito del puzzle, una pieza no encajaba. La comisaría
de policía estaba investigando por qué, el propio detective la cogió...
El tiempo pasaba muy rápido y corría en contra de la policía.
El reloj del detonador iba marcha atrás, había que desalojar el edificio.
Los caballeros de la Corte perdían siempre la batalla, el
enemigo conocía su estrategia de lucha, detectaron que había un infiltrado...
Tenían poco tiempo para trazar un plan de contra ataque, el
asesino se había adelantado. La última víctima le destapó, le gustaba el
juego...
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